Lectura Bíblica: Salmo 19:7-11
- ¡Qué tal, Alfredo! Oí que se te olvidó que el volar es para los pájaros -dijo riendo el tío Juan, mientras observaba la masa blanca que deaba el pie y el tobillo de Alfredo-. tu mamá me dijo que saltaste de una cerca muy alta.
- Era más alto de lo que pensaba -respondió Alfredo.
- Pues estoy seguro que ahora le tienes más respeto a la ley de la gravedad -dijo el Tío Juan-. Yo ciertamente he llegado a apreciar todas las leyes de Dios.
- ¿Te refieres a los Diez Mandamientos? -preguntó Alfredo.
- Sí, pero esos son sólo algunos de los mandamientos de Dios -dijo el tío-. Cuando Dios creó al mundo, creó cada ley científica que existe.
Alfredo se quedó mirándolo pensativamente.
Y no te olvides de la ley de la gravedad -dijo Alfredo sonriente.
- ¡Correcto! -dijo el tío-. Dios sostiene al universo y sus leyes nunca cambian. Es importante que respetes las leyes de Dios si quieres mantenerte vivo.
El tío Juan sacó un Nuevo Testamento de su bolsillo.
- Ahora-añadió-, necesitamos hablar de las leyes más importantes de Dios: las leyes espirituales.
- ¿Así como lo hace el pastor González cuando predica sus sermones? -preguntó Alfredo pensativo.
- Sí-respondió el tío Juan-. Algunas personas se niegan a creer que hay leyes espirituales, pero estas leyes son reales así como lo son las físicas. Tú puedes respetarlas y hacer lo que te dicen, o puedes seguir tu camino y perderte fuera de ellas.
- Y eso ha de ser aún peor que olvidarse de la ley de la gravedad, ¿verdad? -añadió Alfredo con una sonrisa.
Para memorizar: Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús. Romanos 6:23
Y... ¿Qué de tí?
¿Respetas las leyes que Dios ha establecido? ¿Incluso las leyes espirituales? Esas leyes dicen que debes confiar sólo en Jesucristo como tu Salvador y Señor para llegar a ser hijo de Dios.
Tesoro:
Confía hoy en Jesucristo.