1 Pedro 1:5-7…sois guardados por el poder de Dios mediante
la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es
necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con
fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. – Dios bendiga su Palabra.
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La vida es un campo de numerosas pruebas, desde que nacemos nos enfrentamos a una
lucha continua por sobrevivir, toma de decisiones para todo, siempre nos vamos a encontrar en situaciones en las que tengamos que decir si o no. Con nuestra Fé sucede lo mismo, dice la Palabra de
Dios que es sometida a prueba para que sea hallada en alabanza y dándole la gloria a Dios, pero, ¿cuál debe ser nuestra actitud cuando nos encontramos en medio de la prueba? Nuestra actitud en medio
de la tormenta, aun cuando se levante el mar con bramidos y fuertes olas intentando hundir nuestra barca, debe de ser de total confianza en el SEÑOR, ya que, Él es el piloto de
nuestra embarcación (vida), Él es el Creador de todo lo que existe, y tenemos claros ejemplos que Él nos da en su Palabra que aún el viento y los mares le obedecen…
Lucas
8:25…Y Jesus les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros:
¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?...
Esteban, fiel siervo del
Señor, estaba pasando la peor prueba de su vida, iba a ser apedreado, pero no dudó en mirar a Jesús, en vez de defenderse ante sus acusadores…
Hechos 7:55Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los
ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios…
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Entonces, no miremos la situación que nos rodea, dejemos de “engrandecer y engordar” nuestro problema
con una actitud negativa o de derrota, sea lo que sea que estemos atravesando, Jesucristo vino a dar su vida no solo para limpiarnos de nuestros pecados, sino para hacernos
más que vencedores.
Entregémosle nuestra carga al Señor cuando sintamos que ya perdemos las fuerzas en nuestras piernas y podemos caer de un
momento a otro, Él está ahí con sus brazos abiertos, esperando que demos lo mejor de nosotros mismos, una actitud de plena confianza en Él dándole gracias por ser tenidos por dignos de ser probados,
Cristo es el único que tiene absoluto control y cuidado de nuestras vidas.
Hebreos 12:1-2…corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús,
el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la Cruz…
Dios te bendiga y fortalezca en este día.