El Matrimonio es una institución creada por Dios, para que juntos cumplamos su propósito en nuestras vidas, sirviéndole y obedeciendo el mandamiento que dio a
los primeros seres humanos de: creced y multiplicaos.
Por ello, debemos de esforzarnos y buscar la ayuda del Señor en todo tiempo para poder crecer juntos y enfrentar todas las adversidades que puedan venir en el Matrimonio. La unión entre el hombre y
la mujer a través del Matrimonio es un reflejo de la unión entre Cristo y su Iglesia, quien en todo tiempo se preocupa de su bienestar y de suplirle de todo cuanto necesite, así como de su
protección.
De igual manera, el esposo y la esposa deben preocuparse mutuamente de suplir cuantas necesidades tengan el uno o el otro, ya que Dios creó a tu pareja para que sea una ayuda idónea para tí, así como
te creó a tí para que seas una ayuda idónea para él o ella. Un Matrimonio debe buscar la unidad y la dirección de Dios en todo momento, sabiendo enfrentar las luchas y dificultades que puedan venir,
sean exteriores o internas entre ellos mismos ya que, pueden surgir desacuerdos en la pareja y éstos deben de saber sobrellevarlo, teniendo una buena actitud, una comunicación constante y sobretodo
guardándose respeto mutuo siempre.
No es bueno que en la pareja, uno de los dos sobrecargue al otro de trabajo, ya que, el Matrimonio es un equipo de tres, Cristo, tu pareja y tú...
...cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
Por ello, el esposo debe preocuparse de ayudar a la esposa en cuanto a la crianza de los hijos, las tareas de casa y todas las actividades que conlleven al crecimiento, sostenimiento y la unidad
de la Familia y del Hogar. Si en algo no están de acuerdo en un momento dado, saber retirarse a hablar sin que estén presentes los hijos, no sólo para que no presencien un momento
de desacuerdo entre la pareja, sino para que ningún hijo sienta que uno de los dos padres está apoyando una actitud y el otro no, y así evitar favoritismos.
También
es muy importante que la pareja pase tiempo con el Señor, individualmente cada uno, y también juntos en oración,
llevando a los pies del Señor todo aquello que como
Matrimonio deban presentar, como son amistades, personas a las que han predicado, el colegio de sus hijos, la protección de sus hijos, sus trabajos, etc...
De esa manera, la pareja no sólo estará sirviendo fervientemente al Señor, sino que también estará fortaleciendo sus lazos matrimoniales, ya que, cuando oran juntos, ambos abren su corazón a Dios
como una sola carne, con un mismo propósito y una misma dirección.
Como dijimos, el Matrimonio es una institución creada por el Señor, y por ello, debemos de guardarnos de todo peligro, no debemos ignorar que hay un enemigo que quiere robar, matar y destruir,
mientras que Cristo nos da vida abundante y quiere guardarnos y librarnos de toda amenaza...
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Dice el
Señor)
Ya que el Matrimonio es la representación entre Cristo y su Iglesia, el enemigo no soporta ver a una pareja en unidad y en amor, por ello arremete fuertemente contra todos los Matrimonios, procurando
traer a sus vidas el divorcio, con el cual, no sólo destruiría esa unión preciosa entre ambos, sino que destrozaría una familia entera dejando a su paso una enorme devastación y destrucción,
sobretodo emocionalmente en ambas partes. Por ello es primordial que estemos orando y velando en todo tiempo, intercediendo por la protección del hogar, pidiendole al Señor que nos guarde y nos vista
con su armadura, guardándonos de todo ataque del enemigo, que el Señor lo reprenda...
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
...para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
1 Pedro 5:9
...al cual resistid firmes en la fe...
Dios nos dice que resistamos a satanás y huirá de nosotros, todo Matrimonio debe saber que espiritualmente estamos en una batalla, en la cual si sólo estamos defendiéndonos no avanzamos, debemos
tomar la armadura de Dios y avanzar ofensivamente, orando y atando toda obra del enemigo para destruir a las familias.
Como Matrimonio debemos reflejar el amor de Dios hacia la humanidad y ser un ejemplo de lo que es la unión matrimonial que Dios quiere para todos los seres humanos, un Matrimonio que son uno
en Cristo y que trabajan en equipo por el avance del Evangelio, por la unidad y el crecimiento de la Familia.
¡ Que el Señor os bendiga, proteja y ayude cada día a estar más unidos en Él, en el nombre de Cristo !