corazón.... no podemos tener en nuestro corazón amor por el
mundo y por sus cosas materiales y pasajeras, porque con el tiempo puede llevarnos a apartarnos del Señor y a la perdición. Debemos llenar nuestros corazones con la Palabra de Dios, para asi ir
limpiando nuestro camino día tras día, buscar al Señor en oración, de rodillas, teniendo intimidad con nuestro Salvador, si vivimos nuestra vida en la Presencia de Dios, seremos capaces de vencer
aquellos pecados y tentaciones que antes nos derrumbaban, un jóven que vive en la Presencia de Dios cada día, será un jóven que vive su vida en victoria, en crecimiento espiritual y en santidad
al Señor...
Seguid la paz con todos, y la
santidad,
sin la cual nadie verá al Señor....
Vivir en santidad no significa retirarte a un monasterio apartado del mundo, ni tener título de Estudios Bíblicos,
vivir en santidad significa vivir apartados y no dejarse contaminar en medio
de un mundo contaminado, significa
ser luz allá donde vayamos, una persona que refleja la luz de Dios a través de la comunión con el Espíritu Santo, no podemos vivir
una vida en santidad cuando nuestra forma de vestir no es respetuosa ni honra al Señor y cuando no respetamos a nuestros mayores,
debemos buscar agradar al Señor en todo tiempo, pidiéndole
que abra nuestros ojos para ver las cosas como Él las ve, nuestros oídos para escuchar su voz, y nuestro entendimiento para comprender su Palabra.
Si pasamos tiempo en intimidad con el Señor y leyendo su Palabra, es imposible que nuestra conducta sea arrogante, orgullosa, no casta y sin respeto a los demás....
Mateo 11:29
...aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas... Cuando Jesucristo ocupa el primer lugar en nuestro corazón, Él va
creciendo en nosotros cada día, mientras nosotros vamos menguando y dejando de hacer aquellas cosas que nos separan de Dios.
El corredor no obtiene el primer premio si no corre legítimamente, de igual modo, si no nos esforzamos en la vida por agradar a Dios en todo, si no nos apartarnos de las malas
compañías, si no dejamos la música que no glorifica ni le canta a Dios, no viviremos vidas cristianas en crecimiento y en victoria, sino que, nos encontraremos en una espiral que se repite
constantemente de caídas, fracasos y desilusiones.
Pero no te desanimes, no importa por la situación que te encuentres atravesando en este momento, Dios quiere animarte y levantarte si has caído, Él quiere fortalecerte para que vivas una
vida de poder y en victoria en Cristo Jesús, quiere usarte como su instrumento escogido, Dios no te ha llamado para que te quedes sentado en un banco todos los
domingos, ni para que asistas al culto de jóvenes cuando te apetece, ni para que asistas a todos los conciertos evangelísticos que te propongan, Dios te ha llamado para algo más,
te ha llamado para ser su colaborador rescatando a los perdidos, a los que se refugian en las drogas, el sexo fuera del matrimonio, el alcohol.... te ha llamado para ser la luz del mundo...
SÉ la LUZ DEL MUNDO buscando la Presencia de Dios cada día y la comunión con el Espíritu Santo, buscando consagrarte para Dios, Él quiere y busca jóvenes con deseo y anhelo de apartarse para
Él, jóvenes que desean tener intimidad con Dios cada día, jóvenes que se han cansado de ver como está la sociedad y desean ver un cambio en la vida de sus familiares y amigos... pero
recuerda, para tú poder ayudar a otros a cambiar, primero debes ser cambiado tú, poniendo a los pies del Señor y abandonando
todo aquello que hay en tu vida que sabes que no glorifica a Dios, no tengas temor, Dios te recibe tal cual como estes, Él te ama, y lo único que desea es que le abras tu
corazón y dejes que Él cambie aquello que debes cambiar, cuando dobles tus rodillas y lo busques con un corazón contrito y humillado, notarás que Él está comenzando un cambio en
tí..... JÓVEN, DIOS CONFÍA EN TI para rescatar almas del infierno... CONFÍALE TU VIDA A ÉL.